A cuánto puede subir el tipo de cambio tras los comicios

Si se replicase el escenario del 2013, el billete subiría 42% en los 12 meses siguientes a las elecciones. La cifra sube hasta 108% si sucediera una experiencia como la de 2017. Las tasas en Rofex anticipan algo similar a lo visto en 2013.

Como en todo año electoral, las tensiones se traducen directamente en el mercado cambiario. El Banco Central (BCRA) viene apreciando el tipo de cambio a cuentagotas en la línea que marcan los años electorales. A su vez, la misma historia refleja que tras las elecciones suele haber un corrimiento cambiario.

En otras experiencias, el dólar subió entre 40% y 108% en los 12 meses siguientes tras las elecciones. Por esta razón es que los inversores demandan mayor cobertura cambiaria a través de bonos dólar linked y de futuros de dólar en el Rofex.

Mantener atrasado el tipo de cambio antes de las elecciones para luego soltarlo una vez pasada la contienda electoral parece ser una historia que se ha dado en los años en los que hay comicios y que va a volver a repetirse.

Por distintas causas, atrasar el tipo de cambio antes de las elecciones y mantener al dólar planchado ha sido una estrategia electoral, que en algunos casos ha derivado en buenos resultados para el Gobierno pero también trajo consecuencias no del todo deseadas.

La mayor inflación junto con un BCRA que busca devaluar el dólar oficial a un ritmo no mayor al 15% anual genera un atraso cambiario y una ampliación de la brecha cambiaria.

Para los analistas de Criteria, la política de apreciación del tipo de cambio real ha sido una constante los meses previos a las elecciones de 2013, 2015, 2017 y 2019.

«Por motivos diversos, los distintos Gobiernos han producido en la práctica una apreciación cambiaria real entre 6 y 10 meses antes de la elección», advirtieron.

A precios de hoy, una devaluación post elecciones como la del 2013 llevaría al dólar oficial a niveles cercanos a $ 145. Si se repitiese un escenario como el de post elecciones presidenciales de 2015, ello llevaría al tipo de cambio oficial a 160 pesos.

En cambio,  si se repitiese la devaluación post elecciones de 2019 el dólar oficial llegaría a $ 168 y a $ 213 si se replicase la depreciación posterior a las elecciones de 2017.

Dado que el oficial vale $ 102, esto implicaría una devaluación de 42% en el año siguiente a la elección si se da el escenario de 2013, una del 60% si se replicase una experiencia como la del 2015 o 2019 y una de 108% en los 12 meses posteriores a las elecciones si se replicase la experiencia de 2017.

Según el estudio de Criteria, se observa claramente que para el momento 0 (el mes de las elecciones), el tipo de cambio real se muestra estable y luego de las elecciones legislativas, el dólar pega un salto, con mayor volatilidad.

Los analistas de la compañía remarcaron que esta estrategia «ya es bien conocida por los agentes del mercado, ya que al proceso de apreciación cambiaria previo a las elecciones le sigue otro ciclo opuesto de corrección cambiaria o bien depreciación del tipo de cambio real».

«En las cuatro elecciones anteriores, esa corrección comenzó dentro de los dos meses siguientes. El tipo de cambio nominal tuvo depreciaciones significativas (incluso superiores al 50%) en lapsos muy cortos. De este modo, queda reflejado que los desequilibrios acumulados en la antesala de los comicios tienden, por registro histórico, a descomprimirse una vez realizado el evento», alertaron desde Criteria.

La mayor tensión cambiaria derivó en una ampliación de la brecha en las ultimas semanas y que luego gatilló mayores controles cambiarios y un cepo aún más reforzado.

La brecha cambiaria pegó un salto hacia niveles cercanos al 85% en las últimas semanas, aunque aún se ubica lejos del 135% que supo tocar en octubre pasado cuando el dólar paralelo había llegado a niveles cercanos a los 190 pesos.

De todos modos, una brecha al alza refleja claramente las mayores tensiones financieras que se perciben en el mercado de cara a las elecciones y que resaltan los desequilibrios económicos sin corregir que tiene la Argentina.

Adrián Yarde Buller, economista jefe y estratega de Facimex Valores, resaltó que el mercado cambiario está en el centro de la escena a la vez que destacó que las tensiones en la brecha cambiaria podrían extenderse hasta noviembre.

Además, para el economista de Facimex Valores, luego de la elección la política cambiaria deberá ser recalibrada para evitar una apreciación excesiva y reducir la brecha cambiaria.

«Las cinco elecciones de la última década fueron seguidas de un aumento de la tasa de devaluación y 2021-22 no sería diferente. La menor tasa de devaluación y la escalada del tipo de cambio implícito en los activos financieros se combinaron para dar lugar a un aumento de la brecha cambiaria, derivando en un aumento de las expectativas de devaluación y la demanda por cobertura cambiaria. El BCRA tendría que apuntar a reducir la brecha cambiaria al menos a la zona de 65% para desincentivar las ventas de divisas para turismo y atesoramiento», afirmó.

Para poder entender que objetivo de dólar tiene en mente hoy el mercado, luce conveniente analizar las tasas de devaluación implícitas en los contratos de futuros de dólar en Rofex.

Estas tasas se ubican en niveles del 32% de devaluación posterior a las PASO mientras que, si se analizan los vencimientos más largos, las tasas de devaluación implícita alcanzan niveles de entre 60% a 66% para fin de año.

Desde Criteria advirtieron que los precios actuales del dólar futuro en Rofex para después de las presentes elecciones dan cuenta que la depreciación del peso esperada por el mercado se parece mucho al camino observado en las legislativas 2013.

«Creemos que tiene sentido desde la comparación de ambos escenarios. La desaceleración del crawling peg por parte del Gobierno ha sido evidente desde comienzos de 2021. En un contexto de alta inflación, donde el nivel de precios se ha acomodado por encima del 3% en los últimos diez meses (3% en julio), esto produce de hecho algo realmente poco novedoso que es apreciación cambiaria real en año electoral. Por este motivo, sostenemos que la búsqueda de cobertura en el mercado de bonos o de futuros luce como algo completamente razonable a la luz de los eventos históricos en Argentina», advirtieron.

Un operador de bonos de un banco local advertía que esperan un salto del dólar oficial de manera gradual hacia niveles de $ 110 a $ 115 para fin de año.

«El resultado de la elección acelerará un proceso de devaluación. No esperamos un salto discreto del dólar ya que creemos que sería una opción no conveniente para el propio Gobierno. Pero si esperamos que el crawling peg se acelere para llevar al dólar a niveles de hasta $ 115 para fin de año y de $ 125 para marzo, lo cual coincide con lo que espera hoy el mercado, mirando las tasas implícitas en Rofex. Más allá de una derrota o victoria del Gobierno en las elecciones, la devaluación esperamos que se acelere», proyectó el trader.

En cuanto a la posibilidad de ver un salto discreto en el dólar, Yarde Buller espera que la devaluación sea mas bien gradual.

«Esperamos que la corrección de los desequilibrios ocurra de manera gradual ya que la magnitud del desequilibrio no fuerza una devaluación de salto. Además entendemos que el BCRA tendría margen de maniobra con reservas netas en torno a los u$s 9000 millones a fin de noviembre y espacio para intervenir en futuros junto con el hecho de que los controles de capitales evitan movimientos bruscos», comentó.

El mercado tiene claro que algo ocurrirá con el tipo de cambio oficial tras las elecciones. Es probable que luego del evento electoral, el Gobierno deba hacer algún cambio en su política monetaria y cambiaria de la mano de un acuerdo con el FMI y que busque corregir algunos de los desequilibrios económicos.

Por ello es que tiene sentido el mayor apetito de cobertura cambiaria en las últimas semanas.

Paula Gándara, head portfolio manager de AdCap, explicó que el mercado cree que el Banco Central puede contener la moneda, aunque advirtió que los indicadores de las expectativas de devaluación demuestran que las mismas se encuentran contenidas hacia los próximos meses, especialmente de cara a las elecciones.

«La devaluación mensual implícita en las tasas de Rofex ha subido lentamente, sobre todo para los próximos 6 meses que a principio de mes se encontraban en 4,4% y ahora en 5,3%. De esta manera revive la demanda por los instrumentos con cobertura de tipo de cambio», comentó.

Hay consenso de que las semanas y meses que vienen serán de una mayor volatilidad cambiaria. Si bien las cuestiones electorales son las que más importan, también se dan factores explicativos por flujos que terminan impactando en el tipo de cambio y su trayectoria futura.

Los analistas de Cohen proyectaron que se viene un mercado cambiario más ajustado, dada la combinación de menor oferta del agro y mayor demanda para el pago de importaciones de bienes y servicios.

«El BCRA también aumenta los pagos de deuda con organismos internacionales, aunque parte será compensado por el ingreso de DEGs. El gobierno irá combinando pérdidas de reservas por control de la brecha cambiaria con más endurecimiento del control de cambios (no descartamos más restricciones a las importaciones, pagos de deuda de empresas y/o bajar el cupo de dólar ahorro). Como es habitual, el contexto electoral genera incertidumbre y eso planteará un contexto volátil», sostuvieron.