Un hombre de 60 años, que permanecía internado en un hospital de la capital tucumana tras haber sido baleado el miércoles último por dos ladrones para robarle su moto mientras trabajada como repartidor, murió la noche del viernes luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Se trata de Guillarmo Sahada, quien estaba internado desde el pasado miércoles en el hospital Centro de Salud, donde falleció por la herida de bala que recibió durante el asalto del que fue víctima en la calle Monteagudo al 400, mientras realizaba su trabajo de repartidor mediante la aplicación Pedidos Ya.
Según fuentes policiales, el hombre se encontraba en ese lugar para hacer una entrega cuando fue abordado por dos desconocidos, uno de los cuales le disparó en la zona de la ingle izquierda, y huyeron con su moto.
La víctima fue trasladada al hospital donde estuvo internado hasta el viernes, cuando murió luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio.
El ministro de Seguridad de Tucumán, Eugenio Agüero Gamboa, informó que el principal acusado del asalto al cadete había sido detenido, cuando intentaba perpetrar un nuevo robo, en este caso a un vehículo de gran porte, en la avenida Papa Francisco.
Tras un intercambio de disparos, los efectivos policiales, que llegaron al lugar durante un recorrido preventivo, lograron reducirlo y posteriormente fue alojado en la comisaría seccional cuarta.
El funcionario señaló que también fue recuperada la moto de la víctima y se le secuestró un arma de fuego.
En tanto, este sábado la Policía trasladó al acusado de asesinar al delivery al penal de Villa Urquiza, donde permanecerá a disposición de la Justicia.
