Calor extremo y fuego: media Europa vive días sofocantes y apocalípticos

Los incendios continúan en el suroeste de Francia y el país espera máximos de temperatura durante esta semana, una situación que se replica en España, Portugal y Grecia

Francia vivió hoy un día apocalíptico de calor y fuego, con récords de temperatura de más de 42°C y monstruosos incendios en el sudoeste, que ya devoraron más 15.000 hectáreas de bosques y obligaron a evacuar unas 16.000 personas. Mientras el sur de Europa también sufre, Gran Bretaña se encuentra en alerta roja por primera vez en su historia, con aeropuertos y trenes paralizados por la canícula.

Los científicos no se equivocaron, tras una semana de altas temperaturas y apenas 10% de humedad, el calor aumentó hoy en toda Francia, cuyo mapa meteorológico se volvió de un carmesí profundo en casi toda la costa atlántica, con 15 departamentos en vigilancia roja y un primer récord registrado en la región noroeste de Brest (39,3°C) y en Nantes (42°C). Para los especialistas “ya nadie está a salvo”: siguiendo el movimiento de las agujas de un reloj, el pico de esta 45ª. ola de calor que azota Francia desde 1947 golpeará mañana a todo el norte y este del país con temperaturas inimaginables en París, que podrían alcanzar los 42°C.

Según el servicio meteorológico nacional (Météo-France) el periodo del 1° de junio al 15 de julio —o sea la primera mitad del verano boreal— fue el más caliente jamás registrado en la isla de Córcega y la región Alpes-Costa-Azul, desde que comenzaron las estadísticas en 1947.

Los expertos también aseguran que la multiplicación de fenómenos meteorológicos extremos es una consecuencia directa del calentamiento climático.

“Las emisiones de gas de efecto invernadero aumentan a la vez su intensidad, su duración y su frecuencia”, reconoce la climatóloga Françoise Vimeux.

Ese calor extremo, sumado a una hidrometría nula, han convertido bosques y espacios verdes en inmensas cajas de fósforos. En Gironda, en el suroeste francés, dos gigantescos incendios, que más de 1700 bomberos, 12 hidroaviones y el material más sofisticado del continente no consiguen dominar, ya destruyeron más de 16.000 hectáreas de vegetación —un tercio más que la superficie de París—, obligando a la evacuación de unas 16.000 personas.

En plena época de cosecha, decenas de incendios incipientes estallaron en todo el país, alcanzando incluso el norte de Francia, donde destruyeron varias hectáreas en Pas-de-Calais. La alerta naranja emitida el domingo por las autoridades recomienda a los habitantes de más de 60 departamentos de Francia metropolitana —sobre un total de 90— observar una “vigilancia absoluta” ante “peligrosos fenómenos de intensidad excepcional”.