Preocupación en la industria frigorífica por la suba de costos

Los precios de la hacienda con destino a la faena registraron los mejores valores de los últimos 50 años.

Los esfuerzos deberían estar abocados a resolver cuestiones que erosionan la rentabilidad de la actividad.

El segundo semestre arrancó con mayor incertidumbre económica, con precios de la carne que suben menos que la inflación y con costos crecientes para la industria. Por eso se requiere de la urgente resolución de temas viejos y nuevos que complican al negocio.

El primer semestre del año terminó con un buen nivel de actividad para la industria frigorífica y con los precios más altos de la hacienda en 50 años.

Pero la segunda parte del año arrancó con mayor incertidumbre económica y con precio de la carne en junio, y probablemente también en julio, con mejoras inferiores a la inflación.

El cierre del semestre muestra que hubo una faena vacuna 2% por encima de la registrada en los primeros 6 meses del año pasado. En el caso del sector porcino el incremento fue de 1%.

Al mismo tiempo, los precios de la hacienda con destino a la faena registraron los mejores valores de los últimos 50 años.

El aumento de los costos de producción son absorbidos por la industria frigorífica, los matarifes y por último los comerciantes minoristas, el traslado a precio se da en la medida que el consumidor convalida los aumentos.

Lo que estamos viendo los últimos meses, es una perdida acelerada del poder adquisitivo de los consumidores y aunque otras carnes registran un aumento mayor en forma interanual, son priorizadas por su menor valor lo que expresa el menor poder de compra del ingreso de los ciudadanos.

El aumento de precios de la carne vacuna de junio fue muy inferior al índice de precios mensual y ya se coloca a la par en el interanual, pero aun así, el consumidor, debido a la situación general ve a la carne vacuna como un producto caro.