Grieta religiosa en Salta

Nueva y dura presentación judicial de los abogados de las monjas

La realizaron a menos de una semana de que la causa por violencia de género contra el arzobispo se archivara; fuerte planteo contra la Iglesia

El acuerdo firmado, por mediación de un enviado del Papa Francisco, entre el Arzobispado de Salta y las carmelitas no cerró la grieta religiosa por la devoción de las religiosas a la “Virgen del Cerro”, no reconocida por la Iglesia Católica. Los abogados de las monjas pidieron a la jueza María Carolina Cáceres Moreno que registre en la “planilla prontuarial” a los denunciados por supuesta violencia de género y económica y pidieron “medidas compensatorias no económicas”, además de que se notifique a la Santa Sede de que existieron hechos de violencia.

La novedad encuentra al arzobispo Mario Cargnello en Italia, donde hace unos días mantuvo una audiencia con el Papa Francisco, en la que hablaron del conflicto con las monjas y de la posición de la Iglesia sobre la “Virgen del Cerro”. Regresará a Salta pasado mañana.

Un segmento del texto que se presentó en los tribunales salteños hace referencia a “patrones socioculturales con sesgos de violencia expresa dentro de la Iglesia”, lo que encendió las alarmas en el Vaticano, que había enviado a un representante para terminar con la cuestión.

La presentación subraya que la conducta de los denunciados “debe ser sancionada, reparada y prevenida a través de las medidas compensatorias no económicas solicitadas en este libelo a fin de que los agresores no sean protegidos por la investidura que detentan”.

También apunta que la “conducta asumida por los victimarios a partir de la denuncia, constituyen indicios ciertos de que probablemente se repitan respecto de estas mujeres que por su condición de monjas de clausura son particularmente vulnerables a la violencia.

A una semana de la posibilidad de archivo de la causa, iniciada el 12 de abril por la denuncia de las hermanas contra el arzobispo y otros cuatro religiosos por supuesta violencia de género y económica, los abogados José Viola y Claudia Zerda Lamas, en representación del Monasterio San Bernardo de Carmelitas Descalzas de Salta, presentaron el escrito.

 

Planteos y repaso de la denuncia

En el texto piden que, “previo reconocimiento de la violencia de género que emerge de la verdad material obtenida con las pruebas colectadas”, notifique al Departamento de Antecedentes Personales a fin de que realice el “registro de este proceso en la planilla prontuarial de los denunciados”, aplique medidas “compensatorias de carácter no económico que garanticen la erradicación y reparación en parte de la violencia demostrada” y haga pagar las costas a los denunciados.

A fines de agosto, con la intervención del abogado Francisco Belda Iniesta enviado por el Vaticano, las partes firmaron un acuerdo en el que la Iglesia reconoce que la de la “Virgen del Cerro” es una devoción privada (el adjetivo se refiere a que no es reconocida por la Iglesia porque no se cumplieron los pasos protocolares) por la que los fieles se juntan a rezar y, por lo tanto, deben ser atendidos por sacerdotes para “facilitar el encuentro con Cristo en el Sacramento del Perdón”.

Establece que el 10 de diciembre, cuando se prevé la presencia “de muchos fieles en el cerro en ocasión de la devoción particular que practican”, se autoriza la celebración de una misa “designándose al efecto a quien presidirá dicha celebración”. No hay una “autorización, legitimación o anticipo del juicio de la Iglesia en cuanto a la posible naturaleza sobrenatural de los acontecimientos y mensajes que rodean esta devoción privada”.

Respecto de la situación judicial, como la denuncia por presunta violencia de género no se podía retirar, se esperaba su archivo a los seis meses si no había más novedades. Ese período se corta con la nueva presentación. En tanto, la investigación en el fuero penal económico sobre la relación de las monjas con la fundación de la “Virgen del Cerro” continuaba.