Roberto Cachanosky: “No tenemos políticos argentinos que sean estadistas”

El economista sostuvo que a la sociedad le convenio que se hagan las correcciones necesarias en la economía ahora, pero que no hay intención política de dejar ni el más mínimo orden

Roberto Cachanosky lleva ya más de 30 años analizando la política económica. Es economista por la Universidad Católica Argentina (UCA), profesor titular de teoría macroeconómica en el máster de Economía y Administración de Empresas del Centro de Estudios y Capacitación Empresarial, en Rosario y, a partir de sus observaciones de a realidad escribió tres libros: Economía para todos, El síndrome argentino y ¿Por qué fracasó la economía K?

En una entrevista, sostuvo que el ministro de Economía, Sergio Massa, “está dejando todo el campo minado”, en referencia a las distorsiones que tiene la economía de la Argentina. Además, culpó de la situación a la falta de liderazgo por parte de los políticos, que les permita tomar decisiones para estabilizar.

–¿Qué le conviene más al Gobierno, que se postule como principal candidato de la oposición un moderado como Horacio Rodríguez Larreta o que compita Patricia Bullrich?

–En rigor, si los dos son conscientes de la herencia que van a recibir, los dos deberían estar pidiéndole al ministro de Economía, Sergio Massa, que tome una serie de medidas para que no les deje tanto problema en materia cambiaria, en materia de servicios públicos y en materia de las letras intransferibles del Banco Central. Ni hablar del nivel de gasto público, que no lo va a corregir, pero por lo menos se podría corregir algo de la distorsión de precios relativos. Si no, les tiran toda una situación parecida a la inflación de Gelbard [exministro de Economía en 1974], que terminó en el Rodrigazo, más todo lo que fue el Plan Primavera, que terminó en la hiperinflación. A mí me parece que el Gobierno tal vez pueda dialogar mejor con Horacio Rodríguez Larreta, pero si estuviese en el lugar del jefe de Gobierno de la Ciudad, yo pediría una serie de medidas muy importantes. Es más, si mal no leí, Horacio dijo que para él, Massa era parte del kirchnerismo y que no se podía dialogar.

–Hay un consenso de que es necesaria una devaluación más brusca en algún momento y un ajuste fiscal más fuerte. Pero a la economía, ¿le conviene que ese ajuste lo haga un gobierno como el actual, que no tiene credibilidad y que no puede atenuar las consecuencias, o un nuevo gobierno con otra espalda política?

–A nosotros como sociedad nos conviene que hoy se hagan las correcciones, a pesar de que el Gobierno no tiene credibilidad. Porque, si no, habrá un nuevo gobierno que va a enfrentarse a un problema fenomenal y ya no son seis años de gestión, como el período que enfrentó Menem [los mandatos antes eran más largos], que tuvo dos años hasta que encontró el camino. Acá hay elecciones en el medio término, a los dos años. El nuevo gobierno tendrá que ver qué hace con las Leliq, qué hace con el tipo de cambio, con las tarifas de los servicios públicos, con los precios que están descontrolados, con la falta de reservas. Va a comenzar muy golpeado y puede haber un país en condiciones de inestabilidad política de nuevo. Es preferible que paguen el costo ellos [por el Gobierno] ahora. ¿Qué es más conveniente, que ahora salte el campo minado o que se acumulen más minas en el camino y explote peor en 2024? Massa está dejando todo el campo minado y le falta un tramo para llegar a octubre.

 

–Si Massa empieza a desarmar ese campo minado, ¿no cree que las esquirlas pueden estallar más fuerte que si lo hace otro gobierno con una mejor credibilidad?

–El próximo gobierno no solo tiene que tener credibilidad, tiene que tener un plan económico muy consistente, de manera tal de que se junten el respaldo político y un plan económico y eso genere un shock de confianza para amortiguar el proceso. Pero ahí hay un tema que hay que resolver y que no es menor, el de las Leliq, que juegan contra los depósitos del sistema financiero. Este es un problema serio y resolverlo no será tan fácil.