En un año de fuertes pérdidas productivas por la sequía, a lo que se le suma la distorsión sobre el negocio de las intervenciones en los mercados de granos y la brecha cambiaria, en el campo crecen los reclamos para que se eliminen las retenciones. El planteo, transformado en una solicitud incluso más allá del actual Gobierno, se escuchó fuerte en el marco de una conferencia que dieron las cuatro cadenas agrícolas, esto es la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja), la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo) y la Asociación Argentina de Girasol (Asagir). Se insistió que está “agotado” el modelo de derechos de exportación e intervenciones a la actividad. En el encuentro, incluso hubo un pedido para que se avance en un nuevo “pacto” entre el campo y el arco político.
“Me parece que hay que preguntarles a todos los candidatos a algo cómo van a hacer para eliminar las retenciones”, dijo Miguel Cané, presidente de Argentrigo. Antes, el dirigente había remarcado que está “agotado” el “modelo” de intervenciones y de derechos de exportación. “El modelo está agotado”, subrayó.
Todos los cultivos de esas cadenas tienen retenciones, como el 33% en el grano de soja, el 12% en el trigo y en el maíz y el 7% para el girasol. Pero, además, puntualmente el trigo y el maíz están bajo una intervención del Gobierno que aplica “volúmenes de equilibrio”, es decir, una cuota de exportación que no se puede superar.
“Tenemos un potencial inmenso”, dijo Pedro Vigneau, presidente de Maizar. Durante su alocución, Vigneau se solidarizó con todos los productores que atraviesan una “seca histórica”. Luego, entre otros temas, apuntó que “arreglando la macro” el sector puede generar rápido los dólares que necesita el país.
En ese marco, luego habló de la necesidad de hacer “un nuevo pacto” entre el agro y todo el arco político. “El mundo necesita lo que estamos haciendo”, dijo. “Tenemos que estar juntos”, agregó el dirigente. Para Vigneau, una quita de las retenciones tiene que ser “una consecuencia”, no un fin. Insistió en la necesidad de un “pacto” entre el campo y el arco político.
Campaña dramática
Luis Zubizarreta, presidente de Acsoja, fue enfático sobre el impacto de la sequía. “No tengo memoria de una campaña tan dramática”, señaló. Añadió que esta situación le va a dar “visibilidad” al sector por su importancia y remarcó: “Estamos convencidos de que este sector tiene un rol fundamental”.
En ese contexto, el dirigente de Acsoja habló de la necesidad de una “política de Estado” y un “cambio de rumbo que haga crecer la torta” de la actividad. Su par Vigneau apuntó: “Necesitamos corrernos del parche de la coyuntura”.
Entre los cultivos, el girasol este año, salvo en el NEA, no fue tan impactado por la sequía como el maíz y la soja o el trigo. Al referirse al tema de la sequía, Enrique Moro, presidente de Asagir, se lamentó que la Argentina no tiene “una red de contención” como puede ser un seguro al estilo de los multirriesgo que cubren las pérdidas. Indicó que ante eventos así los productores “dejan de serlo” y van a parar al conurbano. “Es ridículo”, indicó sobre la falta de esa “red”.
