Las horas de espera para conseguir dólares en Bolivia

La crisis financiera en Bolivia se agudiza y la falta de dólares se ha convertido en un problema serio para los ciudadanos.

Las filas se forman desde la noche anterior frente al Banco Central de La Paz, donde los ciudadanos, protegidos del frío, esperan durante horas la oportunidad de acceder a dólares, lo que quizás es ahora lo más difícil de encontrar en toda Bolivia.

Las dificultades se extienden por todo el mundo, desde Silicon Valley Bank hasta los ministerios de Hacienda de economías en desarrollo con conflictos como Turquía y Zambia, mientras la Reserva Federal continúa su lucha para contener la inflación por segundo año.

La crisis se gestó debido a la negligencia de años que debilitaron la industria de exportación dominante, el gas natural. Pero la repentina restricción financiera también revela que las dificultades se extienden por todo el mundo. El Gobierno socialista de Luis Arce está corto en gas y de repente no puede pedir prestado de los mercados de bonos a las tasas más altas. No cuenta con los fondos necesarios para respaldar la moneda local.

Las arcas del banco central están tan agotadas que Arce ahora presiona a los legisladores para que anulen una ley en aras de poder vender algunas de las 43 toneladas de oro por efectivo. La crisis se ha convertido en un sello distintivo de la respuesta del Gobierno de Arce, que ha emprendido una represión contra aquellos que realizan transacciones en el mercado negro, lo que ha llevado a la detención de trece personas.

La falta de dólares ha hecho que la gente busque otras opciones, como la compra de euros, pesos chilenos y soles peruanos. Los ciudadanos hacen todo lo posible para proteger el valor de su dinero. La preocupación es creciente, ya que el país se ha quedado sin dólares. La espera en la fila del Banco Central para acceder a dólares se ha convertido en una odisea para muchos ciudadanos, que pasan la noche en ella para mantener su puesto.

La crisis energética actual de Bolivia se remonta a 2006, cuando el líder de izquierda Evo Morales llegó a la presidencia. Semanas después de su victoria, viajó a Caracas, donde su mentor y aliado cercano Hugo Chávez lo instó a seguir el ejemplo de Venezuela y aumentar el control estatal sobre su industria del gas. Cuatro meses después, Morales nacionalizó la industria del gas natural de Bolivia y expulsó a las empresas extranjeras que controlaban la producción y el transporte del gas. Desde entonces, Bolivia ha sufrido una caída en la producción y en las reservas de gas natural.