Hasta el momento, unas 500 empresas, grandes y pequeñas y de distintos rubros, ya han adoptado la jornada de forma piloto. El gobierno ha otorgado a esas compañías el llamado “sello 40 horas”. Chile tiene más de 1,2 millones de empresas, según datos de la Subsecretaría de Relaciones Económicas.
El gobierno también ha invitado a las empresas a adoptar la modalidad de cuatro días de trabajo y tres de descanso, y ha señalado que les brindará apoyo en materia fiscal y capacitación sobre gestión eficiente del tiempo.
La ley se aplicará en forma flexible según las diversas actividades productivas y establece su total vigencia en plazos máximos de tres etapas: en el primer año la jornada se reducirá de 45 a 44 horas por semana, en el tercer año a 42 y en el quinto a 40 horas semanales.
La ley autoriza a padres y cuidadores de menores de 12 años anticipar o retrasar en hasta dos horas el ingreso o salida de sus trabajos sin que las remuneraciones se vean afectadas.
La Cámara Nacional de Comercio ha calificado la nueva norma de positiva. El presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, que agrupa a las grandes empresas, ha dicho que el gremio presentó una serie de medidas al gobierno para colaborar en la gradualidad y flexibilidad de la nueva ley.
El gobierno de Boric reactivó el año pasado esta iniciativa que había sido presentada al Congreso en 2017 por diputadas comunistas, entre ellas la actual vocera del gobierno, Camila Vallejo.
