Según Graz, en la cúspide del cerro existe una especie de «terracea» debido a la extracción de carga de óxidos por parte de cooperativas mineras que trabajan por encima de la cota 4.400.
Graz ha propuesto instalar censores en el cerro para frenar la extracción de carga, pero lamentó que las autoridades no quieren hacerlo, ya que recibirían dinero. Además, denunció que por cada volqueta de carga mineralizada que sale de la cúspide del cerro, pagan 1.000 Bolivianos.
La dirigente ha solicitado a los parlamentarios que realicen una petición de informe al respecto porque cada día que pasa hay «mayores hundimientos en la cúspide del cerro». Según Graz, hay denuncias de que tres ingenios están almacenando los óxidos que salen del cerro, lo que estaría prohibido por ley.
Comcipo lamenta que a la fecha no haya una migración de las cooperativas mineras a otras áreas, ya que solo 33 de las 46 habrían migrado y los demás continúan sacando carga de la cúspide del cerro. Además, la dirigente ha denunciado complicidad y corrupción entre la Comibol y los operadores mineros.
En resumen, la situación en Cerro Rico de Potosí es crítica debido a la sobreexplotación y extracción ilegal de carga de óxidos por parte de cooperativas mineras. Las autoridades han sido acusadas de complicidad y corrupción, mientras que Comcipo solicita medidas para frenar esta situación.
