La censura del régimen chino reescribe la historia del virus

En medio de la pandemia del Covid-19, el gobierno de China ha obstaculizado los esfuerzos por comprender el virus.

Según una investigación del diario The New York Times, los científicos chinos se han retractado de sus estudios y han ocultado o borrado datos, todo bajo la presión del régimen de China. Los editores de las revistas científicas occidentales han aceptado esas omisiones y se han retractado de algunos artículos por razones poco claras, lo que ha permitido que el plan del régimen tenga éxito.

Los médicos y legisladores han sido privados de información crítica sobre el virus en el momento en que el mundo más lo necesitaba. China ha negado las acusaciones de censura y ha afirmado que ha sido abierta y transparente en la búsqueda de los orígenes de la pandemia. Sin embargo, está claro que el gobierno chino ha trastocado las bases del conocimiento científico compartido, enturbiando las fechas sobre los primeros casos de Covid y poniendo en riesgo la salud mundial.

 

Un misterio desde el origen

Durante estos años los científicos chinos han ignorado las solicitudes para que compartan los datos sobre los hisopados de superficies en el mercado de Wuhan. Esa negativa ha obstaculizado los esfuerzos para determinar el origen de la pandemia.

Holmes dice que les viene recalcando a los investigadores chinos la importancia de esas muestras desde hace dos años, y hasta les envió una secuencia del genoma del perro mapache, con la esperanza de que la compararan con las muestras tomadas en el mercado. Los investigadores recién hicieron públicos los datos este año.

Algunos científicos sospechan que la censura de China también ha afectado las bases de datos genéticas que sustentan las investigaciones en todo el mundo.

Pero el apriete del gobierno chino sobre los científicos continúa.

Hace poco fue clausurado el laboratorio de un científico chino que estudia el comercio de animales silvestres, como parte de una investigación infundada que vinculaba ese laboratorio con los orígenes de la pandemia.

El 1 de abril, Pekín restringió el acceso desde el extranjero al portal académico de la Infraestructura Nacional de Conocimiento de China, limitado así las posibilidades de consulta de esos datos. Además, las autoridades alientan a los científicos a publicar en revistas científicas chinas, y no en publicaciones internacionales.

Y este mes, los científicos del gobierno chino aseguraron que ya era hora de empezar a buscar los orígenes del virus fuera de China, un guiño a la afirmación ampliamente refutada de que la pandemia comenzó en otro lugar.