La propuesta de dolarizar la economía argentina no es nueva y ha generado un intenso debate en el país. La dolarización es una propuesta que adoptaron otros países de América Latina, como Panamá, El Salvador y Ecuador, pero también hay casos controvertidos como el de Zimbabue. ¿Cómo se llevaría adelante esta reforma en Argentina? ¿Cuál sería su impacto en la economía del país?
Aquí, presentamos algunas respuestas a estos interrogantes. Según los economistas Emilio Ocampo y Nicolás Cachanosky, se podría adoptar el dólar como moneda de curso legal y permitir la libre competencia de monedas. Para lograrlo, se requeriría convertir toda la oferta monetaria de pesos a dólares, no solo el dinero circulante, sino también los depósitos en los bancos. Esto significaría canjear todos los pesos en circulación por las reservas netas en el Banco Central a un tipo de cambio fijado. Además, se propone la eliminación del Banco Central como instrumento de financiación del fisco.
Por su parte, Alfredo Romano propone dolarizar al valor del billete CCL que «13.500 millones de dólares». Otros expertos, como el ex ministro Hernán Lacunza, sostienen que implicaría llevar el dólar a $3.000.
La dolarización también tendría un impacto en los salarios y la inflación. La propuesta de Ocampo y Cachanosky establece que el dólar sería la moneda con la que se pagarían los impuestos, pero la gente tendría la libertad para realizar contratos en cualquier moneda, física o digital. Además, para evitar la experiencia de Ecuador con Rafael Correa, también hay que evitar que el gobierno argentino pueda confiscar los depósitos de los ahorristas para financiarse.
En resumen, la dolarización en Argentina implicaría adoptar el dólar como moneda de curso legal y permitir la libre competencia de monedas, convirtiendo toda la oferta monetaria de pesos a dólares. También requeriría la eliminación del Banco Central como instrumento de financiación del fisco y la eliminación del riesgo de confiscación de los depósitos de los ahorristas. La propuesta de dolarización también tendría un impacto en los salarios y la inflación, y su éxito dependería de un orden fiscal adecuado y de la implementación correcta de las reformas necesarias.
