Juntos por el Cambio rechazó la chance de dolarizar la economía para bajar la inflación y avanzó con el armado de un plan unificado

La cúpula de la coalición opositora reunió a los referentes económicos de los candidatos a presidente; equilibrio fiscal y una política monetaria y financiera responsable, los ejes del programa.

Cuando faltan tres meses para las PASO, los jefes de Juntos por el Cambio (JxC) reunieron a sus equipos económicos y precandidatos a presidente en el Hotel Emperador, ubicado en Retiro, para avanzar en la discusión de un plan unificado de gobierno, que apuestan a poner en marcha en 2024, y enviar una señal de cohesión con vistas a las próximas elecciones nacionales. Con esa puesta en escena, buscaron consolidar al conglomerado opositor como una alternativa de poder y correr a un segundo plano la pelea interna por las listas.

Si bien evitaron anticipar precisiones de las reformas o medidas económicas que piensan adoptar y eludieron referirse a la chance de explorar un acuerdo de transición con el Frente de Todos, los referentes de JxC le mandaron un mensaje a la Casa Rosada después de una semana crítica que atravesó el Gobierno por la corrida cambiaria y la fuerte incertidumbre financiera. “Queremos llevar la tranquilidad actuaremos con responsabilidad frente a la grave situación. Pero exigimos a la administración actual asuma su responsabilidad de gobernar sin agravar los problemas”, señalaron las autoridades de JxC en el comunicado consensuado que difundieron tras el encuentro. Esta vez, no hubo advertencias sobre la “bomba económica” que dejaría Sergio Massa por la deuda en pesos. Al contrario, los popes opositores quisieron dar señales de previsibilidad frente a la crisis y la endeble situación del Gobierno, que apuesta a cerrar un rápido acuerdo con el FMI para adelantar desembolsos.

En ese marco, la plana mayor del bloque opositor alertó sobre el impacto que tendrá la última corrida cambiaria en los precios y resaltó que el país necesita un “cambio de rumbo urgente”. Según manifestaron en un documento elaborado por la cúpula del espacio, el programa de gobierno de JxC tendrá como propósito central “estabilizar la economía e iniciar un período de crecimiento y desarrollo que vuelva a generar trabajo”. “Bajar la presión fiscal y las trabas laborales son objetivos necesarios para que el esfuerzo de quienes trabajan y producen, valga la pena”, subrayaron.

El Hotel Emperador estuvo poblado durante más de dos horas por una veintena de referentes de JxC. Con excepción de Patricia Bullrich y Elisa Carrió, que se ausentaron por distintos motivos, estuvieron todos los precandidatos a presidente: Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Gerardo Morales, Facundo Manes, Miguel Ángel Pichetto. Por allí también desfilaron Martín Lousteau; Ricardo López Murphy; Maximiliano Ferraro y Juan Manuel López, de la CC, y los jefes de las bancadas parlamentarias Cristian Ritondo, Mario Negri y Luis Naidenoff.

A lo largo de un extenso debate, las voces económicas más influyentes de JxC -Hernán Lacunza, Luciano Laspina, Eduardo Levy Yeyati, entre otros- trazaron un diagnóstico nebuloso sobre el futuro del país. Alertaron sobre la agudización de la inflación, el aumento de la pobreza y la escasez de reservas en el Banco Central.

A su vez, los expertos de JxC proyectaron una caída de la actividad económica. Incluso hubo quienes pronosticaron que el país podría sufrir una fuerte recesión. No esperan que la inflación se espiralice, a menos que se agrave la falta de dólares.

La cumbre opositora arrancó con una introducción de Lousteau, quien insistió en que JxC debe disponer de la cohesión política necesaria en torno a su programa político. Para Lousteau, el “cauce” o el marco del plan lo construye la política, no la economía.

Luego, Ferraro, que ofició de moderador, les cedió la palabra a los referentes económicos de cada uno de los precandidatos a presidente. Larreta y Vidal estuvieron representados por Lacunza, exministro de Hacienda de Macri, y Bullrich envió a Laspina. Levy Yeyati y Maximiliano Castillo Carrillo, en tanto, detallaron la visión económica de Morales. María Dal Poggetto puntualizó las propuestas de Manes, que también llegó escoltado por Martín Rapetti. Esa tropa arribó al Hotel Emperador con la guardia alta: no querían que el macrismo o bullrichismo marcara la línea del pronunciamiento final. No querían avalar un mensaje apocalíptico sobre el cuadro económico y financiero.