Cuántas bancas ponen en juego Juntos y UP: su impacto sobre las reformas prometidas

A días de las PASO, un análisis de la otra elección del domingo en la que se pone en juegos quiénes competirán en octubre por el recambio legislativo. Riesgo y beneficio de un escenario atomizado y cuánto podría crecer el espacio de Milei.

Este domingo son las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Ese día se conocerá, finalmente, quiénes serán los candidatos que darán la pelea por las 130 bancas de Diputados y las 24 del Senado que se renuevan el 10 de diciembre. También, se podrá hacer una primera proyección de cómo quedaría el Congreso si se replicara un resultado similar en octubre.

En este contexto,  ¿cuántas bancas arriesga Juntos por el Cambio (JxC) y el Frente de Todos (FdT) en las elecciones del 22 de octubre?.

Además, de acuerdo a los analistas, ¿cuánto podría crecer el espacio que lidera Javier Milei? Y ¿por qué una atomización de «los bloques del medio» podría ser ventajosa para JxC en caso de ser gobierno?

En las elecciones de este año el oficialismo pone en juego 68 de las 118 bancas que reúne en la Cámara de Diputados. De acuerdo a Lucas Romero, líder de la consultora Synopsis, el oficialismo en el peor de los escenarios podría perder entre 40 y 42 de esas 68 bancas. En el mejor de los escenarios (si sacara en torno al 35% de los votos), Unión por la Patria podría perder entre 16 y 18 bancas.

Si bien Romero deja en claro que hay que tener en cuenta varios ítems para hacer esos cálculos, porque es trabajar con supuestos múltiples para un escenario -el de octubre- al que todavía le falta el de las PASO, se anima a decir que es muy probable que la coalición oficialista «caiga por debajo de las 100 bancas» a partir de diciembre de este año.

De esta manera, la coalición que hoy es gobierno quedaría muy lejos del quórum de 129.

 

¿Cuántas bancas arriesga Juntos por el Cambio?

«Las perspectivas legislativas son diametralmente opuestas a las que tuvo Mauricio Macri en 2015», avizoró Lucas Romero, quien prevé que Juntos por el Cambio, que en esta elección pone en juego 49 bancas de las 117 bancas que tiene -si se cuenta la de José Luis Espert que hoy mantiene el monobloque de Avanza la Libertad-, podría elevarlas a 118 o 120. O incluso más.

Esto es, Juntos por el Cambio quedaría muy cerca del quórum reglamentario de 129.

Por otro lado, Romero puso la lupa en los diputados de la Libertad Avanza. Hoy, el bloque que lidera Javier Milei reúne apenas tres bancas pero, de acuerdo a las proyecciones de Synopsis, los libertarios podrían sumar entre 17 y 20 más.

En tanto, la Izquierda, prevén en Synopsis, se mantendría tal cual está hoy: con cuatro bancas (no pone ninguna en juego y no hay proyecciones de que sume).

 

Una cámara más atomizada en 2024

Romero se remonta al año 2015 para indicar que en un eventual gobierno de Juntos por el Cambio, ya sea Patricia Bullrich u Horacio Rodríguez Larreta, tendría una Cámara de Diputados mucho más amigable que en aquella oportunidad.

En aquel entonces, cuando Mauricio Macri asumió como Presidente, Cambiemos tenía apenas 87 diputados propios. Y no tenía otro bloque para negociar que el Bloque Justicialista liderado por Diego Bossio, que rompió con el Frente para la Victoria tras la derrota de Daniel Scioli.

Ocho años más tarde, explicó Romero, si Juntos por el Cambio fuese gobierno, no solo estaría muchísimo más cerca del quórum. Sino que además, tendría un abanico más amplio para negociar. Ni hablar si el bloque que hoy se conoce como el Frente de Todos se rompe, tal cual ocurrió en aquella oportunidad.

«Si se multiplican las opciones de negociación, se baja el costo de la negociación. La competencia abarata los costos», resumió en analista político, Lucas Romero.

En otras palabras: tanto el peronismo no K como los libertarios «tendrían incentivos de bajar sus pretensiones para poder acordar porque saben que el oficialismo tiene opciones para hacerlo».

Así, Juntos por el Cambio tendría un menú más amplio para salir a cazar votos en la Cámara de Diputados en caso de ser gobierno. Ahora bien, en caso de un eventual gobierno de Sergio Massa, sacar leyes en el Congreso sería cuesta arriba: se profundizarían las dificultades actuales en las que el Frente de Todos no tiene quórum en ninguna de las dos Cámaras.

A eso se le sumaría un mayor protagonismo de los libertarios, que se ubican casi en las antípodas del actual oficialismo.

En el Senado, hoy Juntos por el Cambio tiene 33 bancas y pone en juego 11. Mientras que el Frente de Todos reúne 31 y arriesga 10. En tanto, las fuerzas minoritarias deberán revalidar tres bancas.

Juntos por el Cambio podría quedar a dos bancas del quórum en el Senado.

Si Juntos por el Cambio lograra repetir un triunfo en San Juan y en San Luis, donde logró imponerse en las elecciones a gobernador, y tener una buena performance en Santa Cruz y provincia de Buenos Aires, podría llegar a sumar 35 bancas en total en la cámara. Esto es, dos por debajo del quórum de 37. Mientras que el actual oficialismo podría perder hasta tres bancas.

Así, este panorama también sería mucho más ventajoso para Juntos por el Cambio que en 2015. Cuando Macri asumió como Presidente, el interbloque era de apenas 15 senadores.

Además de las dos fuerzas mayoritarias, seguirían teniendo lugar senadores que responden a los oficialismos provinciales, como el Frente de la Concordia Misionera, que este año renovará una banca, los schiarettistas Alejandra Vigo y Carlos ‘Camau’ Espínola, quien se sumó a las filas del precandidato a Presidente Juan Schiaretti.

También estará la rionegrina Mónica Silva, quien asumirá en lugar del recientemente electo gobernador Alberto Weretilneck y seguirá en el recinto el peronista díscolo Edgardo Kueider que hoy responde a Gustavo Bordet.

Si el próximo gobierno es peronista, deberá lidiar con una realidad que pocas veces le tocó atravesar: no contar con mayoría propia en el Senado, tal cual le ocurre actualmente. Motivo por el que la Cámara permanece prácticamente paralizada.