Massa ya definió el futuro del dólar: hasta cuándo estará fijo y qué ocurrirá después

El ministro de Economía quiere dar un margen de previsibilidad en este sentido y ya diseñó un esquema de "devaluaciones controladas". El dinero que llegaría del FMI, y la maratón de anuncios. Medidas y definiciones de cara a octubre.

El ministro de Economía Sergio Massa llegó a Washington para cerrar formalmente el desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en un principio estaba pautado en u$s 7500 millones, aunque todo indica que el directorio del organismo ampliará hasta los, al menos u$s 10.000 millones, aunque incluso se podría superar esa cifra. Todo quedará definido mañana, cuando está previsto el encuentro de las autoridades del organismo, donde se tratará el caso de la Argentina, entre otros.

Según se estima, el primer desembolso sería por u$s 7500 millones y se acreditaría mañana mismo. De acuerdo con los cálculos oficiales, luego de cancelados los pagos y devoluciones que se deberán encarar, a la Argentina le quedarían disponibles cerca de u$s 3400 millones.

Como parte de este acuerdo, Massa se verá también mañana con Kristalina Georgieva, titular del FMI. Lo que ya quedó establecido cuando se planteó la necesidad del incremento del monto a desembolsar fue la utilización de este excedente. Aquí se habilitó a Economía a poder intervenir el mercado de dólares financieros, para mantenerlos dentro de ciertas bandas, que no serán divulgadas para evitar la especulación del mercado.

 

El dólar, atado a inflación

Por otro lado, también se determinó que la cotización oficial del dólar se mantendrá en los $ 350 hasta el 15 de noviembre. Luego podría quedar atado al índice de inflación, aunque siempre se buscará que vaya por debajo de esa cifra. Lo que se maneja es la variable de aplicar la devaluación, menos un punto.

En este sentido, en Economía ya dan por descontado que, tras la devaluación y los fuertes movimientos de precios que se registraron sobre todo la semana pasada, la inflación será alta, aunque todavía hay confianza de que, tras la renegociación del programa Precios Justos, no se alcancen las dos cifras.

Incluso, se prevé que en septiembre y octubre la inflación tomará un camino descendente. Esto tiene que ver con que dentro de esos acuerdos a los que accedieron las empresas se habilitaron senderos de retoques de 5% -como en el caso de las alimenticias, por nombrar uno de los casos más importantes-, en tanto que para otros -como medicamentos y naftas- se mantendrán estancados hasta fines de octubre.

 

Anuncios escalonados de bolsillo, desde el jueves

Mientras se ocupa del frente externo, Massa también debe atender el interno, y aquí se estableció un formato de anuncios escalonados que arrancará este jueves -cuando el funcionario regresará al país- y finalizará el viernes de la semana que viene.

La idea es realizar entre dos y tres anuncios por día, involucrando en principio al bolsillo, aunque también con el objetivo de mantener el ritmo de la producción. Todo indica que entre las primeras medidas aparecerán la aplicación de un bono de suma fija para los trabajadores estatales y privados, aunque también se hará hincapié en la reapertura de paritarias, dos pedidos que vienen haciendo con insistencia las centrales gremiales.

Dentro de este paquete también entran medidas para el agro, la industria y las Pymes, entre otros segmentos. Si bien no se espera que formen parte de este plan inicial, sí se baraja la idea de que en determinados momentos y circunstancias se aplique una política de «retenciones cero» para algunas economías regionales, siempre y cuando tengan algún valor agregado. Esto se aplicaría solo por un lapso determinado, y para sectores y productos en particular. No está previsto, en cambio, que se vuelva a poner en marcha un tipo de cambio especial para el agro.

Una vez que Massa cierre esta etapa con el Fondo, habrá terminado el primero de los dos tramos que el ministro y candidato presidencial pretende cumplir ante de volver de lleno a la campaña. El segundo será la maratón de anuncios. Una vez concluido esto, Massa volverá a poner el ojo en el camino hacia octubre.

El objetivo del oficialismo en este sentido será -como se viene viendo hasta el momento- confrontar con el libertario Javier Milei. Las últimas encuestas que maneja el propio Gobierno muestran al candidato de La Libertad Avanza al frente de las intenciones de voto del electorado, y confían en que Unión por la Patria será quien peleará en el mano a mano del ballotage.

 

Un eventual Gobierno con nuevas fuerzas

Uno de los puntos en los que se basa esta expectativa tiene que ver con que se apuntará a la conformación de un Gobierno que sume a actores de diferentes fuerzas. En este sentido, por ejemplo, nadie descarta que se puedan sumar a actores del radicalismo. Y esto aplica tanto para las elecciones como para una eventual gestión.

Aquí es donde se especula que muchos de quienes votaron a Horacio Rodríguez Larreta no se inclinarán por Patricia Bullrich, incluso pese a que forman parte del mismo espacio político. En UP entienden que esos ciudadanos podrían optar por la fórmula Massa-Rossi.

También existe la idea de que, en caso de que Juntos por el Cambio no supere las generales, se generará una fuerte crisis en el conglomerado opositor, por lo que en el Congreso se podrían sumar radicales a lo que volvería a ser el oficialismo. De este modo, además, se estaría amortiguando el efecto del fuerte ingreso de libertarios al Congreso, que pasarían a tener una importante presencia en caso de que finalmente realicen una buena elección.