Morales y Arce, una lucha por el poder que apenas comienza

La fractura, que lleva varios meses, ha tenido episodios de batallas entre organizaciones sociales dividas y provocó el bloqueo legislativo de los parlamentarios "evistas" a las decisiones del gobierno de Arce

La relación entre el expresidente Evo Morales y el actual jefe de Estado, Luis Arce, empezó a fracturarse cuando el primero anunció que sería candidato presidencial de su partido para el 2025. Los dos líderes, según políticos y analistas, van camino a empeorar su confrontación.

El cisma político se produce antes del congreso del Movimiento al Socialismo (MAS), que Morales encabezará desde el martes 3 de octubre en la zona cocalera del Chapare, con el propósito de ser elegido como el candidato «para salvar a Bolivia». A ese evento, Luis Arce no asistirá porque, según dijo, «no van a estar los verdaderos dueños, las organizaciones sociales fundadoras del MAS».

La fractura, que lleva varios meses, ha tenido episodios de batallas campales entre organizaciones sociales dividas y provocó el bloqueo legislativo de los parlamentarios ‘evistas’ a las decisiones del gobierno de Arce, a lo que se suma las amenazas de los seguidores de Morales de un «terremoto político» en el país si el exmandatario es inhabilitado como candidato del MAS por el Tribunal Constitucional.

El senador ‘evista’ Luis Flores dijo a France 24 que, en la localidad chapareña de Lauca Ñ, los asistentes al congreso ratificarán a Morales como presidente del MAS y que la ausencia del presidente Luis Arce es «un alejamiento voluntario, visible» de esa organización política.

Existe una voluntad de mucha gente, que se está manifestando, del pueblo, de gente del área rural de postular a Evo Morales como candidato en el 2025, dijo Flores, tras reconocer que previamente el exmandatario debe ganar unas primarias para ser el candidato oficial.

Cuando Morales anunció con entusiasmo su nueva postulación para buscar un cuarto periodo presidencial no consecutivo, no mencionó la obligación que tiene de disputar unas elecciones primarias, pero luego rectificó y dijo que estaba dispuesto a medirse en ese proceso.

A propósito, el ministro de Justicia, Iván Lima, recordó que todo aspirante debe inscribirse a las primarias en el marco de lo que dispone la Constitución y tomando en cuenta «la opinión consultiva sobre reelección y toda esa normativa que va a tener que ser analizada en el momento de la inscripción de cualquier candidatura» en el Tribunal Supremo Electoral.

Lima aludió la opinión consultiva emitida en 2021 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), en el sentido en que la «reelección indefinida» no es un derecho humano, algo que Morales había argumentado en 2019 cuando buscaba un cuarto período consecutivo, pese a que la Constitución establece solo una reelección o dos periodos seguidos.

Morales consiguió el aval del Tribunal Constitucional para postularse, pese a haber perdido un referendo en 2016 sobre ese asunto.

El proceso electoral del 2019 resultó fallido, provocó protestas, una violenta crisis política y la salida de Morales del poder, tras casi 14 años, la asunción de la presidenta transitoria Jeanine Áñez, y en 2020 derivó en el triunfo electoral de Arce, con el apoyo del exmandatario.

Flores defendió que la opinión de la Corte-IDH no puede frenar la nueva postulación de Morales porque no es consecutiva, sino que media un período de cinco años en los que no ha estado en el poder.

El expresidente está haciendo una pausa y no estaría prohibido. Sin embargo, la Justicia en Bolivia siempre es influída por el órgano Ejecutivo, dijo Flores.

Morales ha acusado al Gobierno de buscar inhabilitarlo por medio del Tribunal Constitucional, de intentar anular el congreso de Lauca Ñ y ha atacado a Arce afirmando que no es el ideólogo del modelo económico como el mandatario se presenta, sino que «era el cajero» y que ha pasado «de traidor a destructor de la economía».

«Yo no tengo problema que me llamen como quieran, los resultados son los que cuentan», replicó Arce, que fue ministro de Economía de Morales por más de una década.

‘Evo Morales no puede ser candidato’, dice la senadora opositora Andrea Barrientos

La senadora opositora Andrea Barrientos, de Comunidad Ciudadana (CC), dijo a France 24 que «Evo Morales no puede ser candidato porque la Constitución no se lo permite, aunque él claramente estornuda en la Constitución porque es un dictadorcillo».

Argumentó que el artículo 168 de la Carta Magna establece solo una reelección o dos periodos consecutivos y aspirar a un cuarto período es «una violación» de la misma.

El anuncio de Morales «le hace daño al país» porque lo electoraliza prematuramente cuando vive una crisis económica, agregó.

Sobre el partido oficialista, Barrientos sostuvo que «todo lo que le haga mal al MAS, me parece buena noticia» y anticipó que esa fuerza tendrá más problemas cuando concurra a las primarias porque sus sectores sociales están divididos.

«No saben la matanza que va a ser cuando tengan que definir las candidaturas», pronosticó.

En ese contexto, dijo que las fuerzas opositoras deben seguir «construyendo una alternativa» para el 2025, pero pensando que «la política en Bolivia es muy cambiante y todo puede pasar».

‘La fisura del MAS es política, pero no ideológica’, dice el investigador Roger Cortez

Para el investigador social Róger Cortez, la fisura «es real, política y social, pero no ideológica» porque ambas facciones del partido gobernante «comulgan completamente con la economía estatista, centralista, de control y en haber convertido al Órgano Judicial en su policía política».

En esa disputa, Cortez destacó que más allá de la división de parlamentarios, resulta más importante el control de las fiscalías y del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), al que acusa de haber «prevaricado» contra la Constitución por haber favorecido a Morales en el pasado.

De «cómo se alineen las fuerzas judiciales» y el Tribunal Supremo Electoral dependerá el futuro de la pelea entre Morales y Arce en su postulación para el 2025, sostuvo.

La falta de independencia de la Justicia ha sido cuestionada por instituciones nacionales e internacionales, y este año debía celebrarse una nueva elección en urnas de magistrados, pero el proceso está en suspenso en el Parlamento por la pelea de ‘evistas’, ‘arcistas’ y opositores.

Los problemas del MAS podrían agravar la «tendencia negativa» de la economía expresada en el déficit fiscal, el aumento de la deuda, la reducción de las reservas internacionales y el desempleo, pero considera que la oposición no tiene la capacidad de interpelación de esa realidad por lo que es «corresponsable» de lo que sucede.