“El acullico ha subido en los últimos 15 años”

Santa Cruz lidera el consumo de coca en Bolivia y el hábito del “boleo” se expande

Según el reporte de la Unodc, la comercialización de estas hojas creció un 5% entre 2021 y 2002. En 10 años, las ventas crecieron un 27%. Concentra el 38% del mercado nacional

Santa Cruz es el departamento donde más coca se consume. Según el más reciente informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), el 38% de la producción de este producto se comercializa en esta región del país, casi en su totalidad para el acullico o el “boleo”.

El consumo de coca en estado natural es legal en Bolivia, aunque las hojas se las comercializa con sabores y machucada en casi toda la capital cruceña. El masticado es una práctica muy antigua asociada al trabajo y ahora está vinculada con fines recreativos.

Según el reporte de la Unodc, basado en datos de la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin), en Santa Cruz se comercializaron 9.447 toneladas de coca en 2022, un 5% más con relación al año anterior. El reporte refleja, además, un incremento sostenido desde 2012. Ese año se habían vendido 6.988 toneladas de coca en Santa Cruz y eso significa un incremento del 27% en los últimos 10 años.

Tarija y Potosí, con 3.969 toneladas y 3.319 toneladas respectivamente, siguen en la lista. Su participación en el mercado nacional es del 16% y el 13% respectivamente. Este indicador es elevado, considerando la cantidad de habitantes. La Paz, en cambio, está casi en el fondo de la tabla con 762 toneladas, por debajo de Chuquisaca donde se vendieron 1.017 toneladas de Coca. En Pando se comercializaron 193 toneladas y el negocio creció un 21%, el porcentaje más elevado del país.

Cochabamba con 2.786 toneladas representa el 11% y Oruro con 2.124 toneladas el 9%, donde el consumo es tradicional.

En 2022, el mayor movimiento comercial de la hoja de coca en mercados autorizados del país fue generado por los comerciantes y productores detallistas, que representa el 53,1% y 46,6%, respectivamente. El trueque y la industrialización solo son el 0,1% y 0,2%, dice el reporte de la Unodc.

Bolivia, según la Ley 906 —la norma que rige para el control de las hojas de coca— puede producir hasta 22.000 hectáreas de estas hojas para consumo ritual, el acullico (masticado) y medicinal. Desde 2017, cuando la norma entró en vigencia, la cantidad de cocales ha superado el límite legal.

La Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) señaló a la coca como una sustancia controlada porque es la materia prima de la cocaína. En 2013, Bolivia se retiró de esta convención y luego ingresó con la “reserva” de la coca.

Con esa acción diplomática, se validó la producción de estas hojas para los fines que sean lícitos en territorio nacional. Eso sí, el gobierno del presidente Luis Arce ha vuelto a pedir que la coca sea retirada de la lista de estupefacientes, tal como lo hizo Jaime Paz Zamora en 1994 y Evo Morales en 2012.

 

“Boleo” en Santa Cruz

En la capital cruceña, la comercialización de coca para el acullico comenzó hace unos 30 años, primero en los mercados, pero después se fue expandiendo a tiendas y locales especializados, incluso se hacen envíos a pedido.

Por ejemplo, en el mercado 12 de Octubre, ubicado entre el 3er y 4to anillo de la zona norte, la coca se la comercializa con sabores. Los compradores son trabajadores, pero también personas que la usan para festejos. La coca ayuda a mantener la energía y también está asociada al consumo de bebidas alcohólicas. De hecho, se la vende en varias licorerías.

Antes de que la coca llegue a los compradores debe ser “machucada”. Eso ayuda a los “boleadores”. El alcaloide de las hojas sale con mayor facilidad al momento del acullicu. Por eso, donde se vende coca se escucha un martilleo sobre unos troncos donde se ponen las bolsas verdes con las hojas.

Ronald Salvatierra, comerciante, contó que los sabores que más prefiere quien viene a comprar la “tradicional hoja” son chicle, banana, maracuyá y cedrón, entre otros. El precio de estos paquetes de coca va desde los Bs 10 hasta los Bs 30. “Se la puede vender sin las puntas para no lastimar el cachete o sin el palo que viene al medio de la hoja”, dijo el vendedor y agregó que la compran desde “transportistas, albañiles hasta ejecutivos y empresarios”.

Luis Flores, otro vendedor, señaló que la hoja que más se comercializa es la que viene de la región yungueña. “(La hoja del Chapare) es más grande y un poco amarga, en tanto que la de los Yungas es más dulce y suave, además que te adormece el cachete”, dijo el comerciante que hace 10 años vende el producto. Añadió que también “han venido a comprar personas con problemas de salud”, como la diabetes.

Otro de los puntos en la ciudad para la venta es la zona del Cambódromo, a la altura del 6to anillo, donde trabajadores de las empresas del Parque Industrial llegan para comprar “su bolo”, sobre todo en el turno de la noche.

 

Saúl Lara, diputado de Comunidad Ciudadana (CC) y ex ministro de Gobierno, indicó que hace mucho tiempo el acullico dejo de tener un uso “exclusivo” para pobladores de las áreas rurales, campesinos y mineros entre otros. Ahora ha ingresado a un estrato social de nivel medio alto.

 

Con referencia al informe dijo que le preocupa la expansión de cultivos a áreas protegidas. “Se trata de una expansión de los suelos de la hoja de coca hacia Santa Cruz, por lo que viene a ser un dato geopolítico muy complicado y amerita un análisis pensando en que Santa Cruz, por su situación demográfica debido a la migración interna, viene a ser una de las regiones de mayor consumo de hoja de coca licita”, señaló.

 

El investigador Franklin Alcázar vio que el informe de Unodc “peca de parcial” porque el mismo debería decir que Santa Cruz es el departamento donde más de destina la hoja de coca y no el del mayor consumo. “Una parte de la hoja de coca que viene a Santa Cruz evidentemente va al consumo tradicional, pero hay otra que va a la droga. Lo que no sabemos, pero deberíamos conocer es cuánta coca va al narcotráfico y cuánto es lo que va al consumo tradicional”, manifestó. Consideró que la erradicación “fracasó” con un daño para la sociedad.

 

Controles

 

La representante en Santa Cruz del viceministerio de Defensa al Consumidor, Giancarla Bojanic, señaló que junto a la comuna cruceña se realizan controles para preservar la seguridad alimentaria en estos negocios que venden la hoja de coca. “Hemos realizado operativos relacionados con la inocuidad porque pueden no existir buenas prácticas de almacenamiento e higiene donde se comercializa el producto”, expresó.

 

 

“El acullico ha subido en los últimos 15 años”

 

Gregorio Lanza, sociólogo

 

El consumo de la hoja de coca en Santa Cruz ha tenido un aumento significativo en los últimos 15 años y esto se debe a diversos factores. Uno de ellos es el crecimiento del consumo en los trabajadores rurales que se ha ido incrementado por la migración; entonces estos acto-res llamados interculturales, que han copado tierras en Santa Cruz, transmiten este acullico tradicional de tierras altas a la zona del oriente.

 

Pero también se ve un aumento significativo en los sectores urbanos de clase media y algunas franjas de clase alta que lo utilizan como estimulante suave para fin de semana y también para el trabajo.

 

El mismo, junto con el consumo de alcohol, sirve para tener un grado de equilibrio y estabilización para no quedar borracho tan rápido. Y en otros casos, sobre todo dentro del sector transporte, consumen coca para poder aguantar las subidas de temperatura y el trabajo que realizan de noche, con cargas laborales que llegan a las 20 horas de trabajo.

 

Tampoco se ha tomado en cuenta que una parte de la coca que llega hasta Santa Cruz, también llega hasta el norte argentino y esto hace que aumente aparentemente el porcentaje de consumo en la región cruceña, porque hasta unos 15 años la región donde más se consumía la hoja de coca era la zona norte de Argentina, por ejemplo.

 

Otro factor que puede haber incidido para el consumo de coca en la zona urbana es la relación de los sectores altos con la cultura de los sectores bajos, este es un proceso importante que se debe valorar para un análisis posterior.