Los docentes de Catamarca en pie de lucha por el salario

Crece la autoconvocatoria en rechazo al 25% que arregló la burocracia de los gremios con el gobierno provincial.

El salario inicial en niveles de indigencia.

Los anuncios del gobierno de una actualización salarial equivalente al 25%, que llevaría el salario de un docente que recién se inicia a $300.000, significan que los docentes están en el umbral de la indigencia conforme a los índices oficiales publicados.

La política del gobierno nacional de ajuste a las condiciones de vida de los trabajadores y a la educación pública tiene su ejecutor territorial en la figura del gobernador Raúl Jalil y su ministro Mera. Ambos cacarean para la tribuna contra Milei, pero desde la proyección del Presupuesto 2024 en noviembre ya se dejaba entrever el achique significativo de las partidas para educación, el cual dicho sea de paso fue aprobado con la venia de la pseudooposición de la UCR.

Frente a los amagues de los sindicatos docentes de convocar a paros, que fueron quedando sin efecto por la maniobra del gobierno de ir prorrogando el inicio del ciclo lectivo, se fue generando un movimiento de docentes autoconvocados que fue in crescendo y en la última movilización planteó el rechazo a la propuesta salarial del gobierno.

Los trabajadores de la educación inician sus labores con ingresos de indigencia, e incluso los preceptores que incluso con más de 20 años de servicio no superan el límite de la pobreza. Creemos justo exigir al gobierno un ingreso mínimo que sea igual a la canasta básica, hoy en $600.000, y que se indexe mes a mes de acuerdo a la inflación.

El ajuste de Milei a las provincias no tiene que trasladarse a los trabajadores. La provincia puede fijar un impuesto extraordinario al sector minero -que se especializa en evadir al fisco-, a los grandes terratenientes y las grandes fortunas para hacer frente a las necesidades de los docentes y de todos los trabajadores.

Para el lunes 19 está convocada una movilización en el Ministerio de Educación para plantear el rechazo a la paupérrima propuesta salarial. Es necesario también organizar un plan de lucha, que lleve a una huelga provincial que una a todos los trabajadores del Estado que caerán dentro de este acuerdo miserable, como los enfermeros, los pediatras del Hospital de Niños, los empleados de la administración pública y los de Osep, e incluso sumar a los padres y alumnos movilizando a la comunidad educativa, y extender los lazos con el movimiento de desocupados. Todos juntos para pegar con un solo puño al gobierno en defensa de los derechos de los trabajadores catamarqueños. Para lograr este objetivo sería una gran herramienta un plenario de ocupados y desocupados.