Región de Antofagasta registra más de 10 mil migrantes: Cifras se triplican en la última década

Según plantea director regional del Servicio Jesuita a Migrantes, al comentar resultados de informe del Sermig sobre evolución migratoria en esta zona del país.

La Región de Antofagasta se ha convertido en uno de los principales destinos para migrantes en Chile, consolidándose como un lugar de asentamiento permanente. Según el informe del Servicio Nacional de Migraciones (Sermig) publicado en marzo, la región alberga la segunda mayor cantidad de migrantes del país, con un 6,7%, solo superada por la Región Metropolitana, que concentra el 57,8%.

El documento del Sermig, elaborado en colaboración con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), analiza datos de censos de población y solicitudes de residencias temporales desde 2013 hasta 2023. Durante este período, se han solicitado 190.104 residencias temporales en Antofagasta, con un incremento notable en el último año, cuando se registraron 7.955 solicitudes, un 24% más que el año anterior.

Fernando Guzmán, director regional del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), en conversación con El Mercurio de Antofagasta subrayó que la crisis política y social en varios países de la región ha intensificado el flujo migratorio hacia Antofagasta. «La Región de Antofagasta se consolida con esta vocación de lugar de permanencia que hace cuatro años no se presentaba. Antes, era un lugar de tránsito hacia la zona central o sur del país. Ahora, las cifras del Servicio Nacional de Migraciones muestran un incremento de personas migrantes que viven en la región, encontrando aquí oportunidades para desarrollar su proyecto de vida”, comenta Guzmán.

El informe destaca que la población de migrantes internacionales en la región ascendió a 109.439 en 2022, un aumento sostenido desde los 87.166 registrados en 2018. Esta tendencia refleja una transformación en el perfil migratorio de la zona, pasando de ser un punto de paso a un destino final.

Guzmán también resalta el aporte de la población migrante a la fuerza laboral regional, en un contexto de envejecimiento demográfico en Chile. «Los flujos migratorios que estamos observando incluyen grupos familiares completos, con niños, niñas, adolescentes, y mujeres. Más del 70% de las residencias temporales otorgadas el último año han sido para personas entre 18 y 44 años”, explica.

Este segmento etario, predominante entre las solicitudes de residencia temporal (42,3% entre 18-29 años y 29,2% entre 30-44 años), es vital para el desarrollo económico de la región.